Desapariciones forzadas en Michoacán: una deuda pendiente

Por COFADDEM

Durante los últimos años una problemática se ha agudizando, dejando una herida grave para la sociedad michoacana, que las autoridades parecen preferir omitir, dejarla sin que se vea: las desapariciones forzadas.

Michoacán ocupa primeros lugares en desapariciones forzadas durante los últimos años, pero a pesar de que esta situación se hace cada vez más evidente, con las denuncias de quienes pierden el miedo, las acciones parecen no ser suficientes.

El próximo lunes 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas y Michoacán de ningún modo puede omitir esta fecha.

¿QUÉ SON LAS DESAPARICIONES FORZADAS?

Hay una definición que se hizo en la “Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas”, proclamada por la Asamblea General de las Nacionaes Unidas, en su resolución 47/133, emitida el 18 de diciembre de 1992.

Se comete este crimen cuando “se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a las personas, o que estas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes gubernamentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en nombre del gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley”.

“La desaparición forzada se usa a menudo como estrategia para infundir el terror en los ciudadanos. La sensación de inseguridad que esa práctica genera no se limita a los parientes próximos del desaparecido, sino que afecta a su comunidad y al conjunto de la sociedad”, señala la Organización de las Naciones Unidas.

Este crimen es un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo. Durante mucho tiempo las desapariciones fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, hoy día pueden perpetrarse en el marco situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política en contra de los oponentes.

Este crimen afecta primeramente a las víctimas, pues muchas veces son torturadas y siempre temerosas de perder la vida. También a los miembros de la familia de la víctima, que no saben la suerte corrida por sus seres queridos y cuyas emociones oscilan entre la esperanza y la desesperación, cavilando y esperando, a veces durante años, noticias que acaso nunca lleguen.

También este ilícito está contemplado en las leyes mexicanas, tanto locales como federales, con definiciones similares.

CONMEMORACIÓN INTERNACIONAL

El 21 de diciembre de 2010, la Asamblea General de la ONU, en virtud de la resolución A/RES/65/209, expresó su preocupación, en particular, por el aumento de las desapariciones forzadas o involuntarias en diversas regiones del mundo, como los arrestos, las detenciones y los secuestros, cuando son parte de las desapariciones forzadas o equivalen a ellas, y por el creciente número de denuncias de actos de hostigamiento, maltrato e intimidación, padecidos por testigos de desapariciones o familiares de personas que han desaparecido.

Asimismo, con la resolución se decidió declarar el 30 de agosto Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, que comenzó a observarse en 2011.

PANORAMA NACIONAL EN EL ÚLTIMO TRIENIO

Apenas el pasado mes de abril la Comisión Nacional, que depende de la Secretaría de Gobernación del gobierno de México, dio a conocer un informe sobre las desapariciones forzadas y personas no localizadas en México durante los últimos 3 años.

En este informe lamentablemente destacó la situación de Michoacán, pues resultó ser el segundo estado con más caso de desaparición forzada, entre diciembre de 2018 y abril de 2021

Durante ese lapso en el país desaparecieron 44 mil 174 personas, de las cuales 24 mil 674 pudieron ser encontradas, pero otras 19 mil 527 no han vuelto a ser vistas.

LA SITUACIÓN EN MICHOACÁN

En ese mismo lapso de tres años, en Michoacán fueron reportadas como desaparecidas mil 787 personas, lo que representa el 9.15% de los reportes a nivel nacional.

Sólo en el vecino estado de Jalisco hubo más reportes de desapariciones, con tres mil 906 reportes.

Ahora, al concretar sobre las personas de la entidad y en cuya desaparición estuvieron implicadas autoridades, el Comité de Familiares de Personas Detenidas Desaparecidas en México (COFADDEM), “Alzando Voces”, ha proporcionado datos. También recientemente declaró que durante los últimos 5 años se tiene el registro de más de 300 desapariciones en Michoacán, con la participación o indicación de autoridades de diferentes niveles de gobierno.

Se tienen imágenes, testigos, denuncias y demás pruebas que documentan las 309 desapariciones forzadas registradas de 2016 a la fecha, siendo autoridades y policías estatales los que mayor participación han tenido en las mismas, dio a conocer Janahui Paredes Lachino, una de las fundadoras del comité, que desde 2009 ha dado seguimiento a los casos.

EL RECIENTE RECLAMO

Apenas el pasado 15 de agosto se dio a conocer que autoridades de 60 comunidades purépechas pidieron al gobernador electo, Alfredo Ramírez Bedolla, demandar la creación de una comisión de la verdad y justicia en torno a los temas de desaparecidos, asesinados y presos políticos.

El coordinador del Consejo Supremos Indígena de Michoacán (CSIM), Pavel Guzmán, detalló que hay al menos 16 casos recientes: seis en la comunidad nahua de Ostula, municipio de Aquila; cuatro en Cherán; dos en Santa Fe de la Laguna; dos en Zopoco, municipio de Chilchota y dos en Caltzontzin, municipio de Uruapan.

            La problemática de estas desapariciones ha dejado miles de familias incompletas, y muchas de ellas incluso han huido del estado. La comisión de este crimen se ha agudizado y pocos resultados hay sobre el tema que, incluso, llega a ser negado por las autoridades.

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